1.6.09

Capítulo IV

Cuando era chiquita mis únicas preocupaciones eran: llegar a tiempo para ver mis novelas (léase: grande pá, chiquititas y reina en colores), rogar para que mis viejos me traigan una golosina después del laburo y completar el álbum de figuritas del momento (porque tuve varios). Ahora en cambio, mis preocupaciones se multiplicaron ASOMBROSAMENTE y, por más que avanzo, no dejo de ser una persona inconstante que encima les transmite sus propias demencias a los demás y seguramente no los dejo vivir en paz. Pero bueno, así soy yo: medio neurótica, y conviven en mi mil contradicciones que trato de equilibrar, juro, pero no es tan fácil.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario